Financiación: Manual para el votante (Publicado en Mercados de El Mundo)

Escrito a las 4:52 pm
Para evitar confusiones diré, que no voy a hablar de la financiación de los
partidos sino de la financiación de la economía española puesta de
actualidad por el Gobierno al presentar, como Informe del Consejo de
Ministros, lo que podría ser un “argumentario electoral” para candidatos del
PP. Como es cierto que han cambiado, drásticamente, las condiciones de
financiación de nuestra economía, creo conveniente redactar este artículo, a
modo de manual para el votante, con tres bloques: financiación exterior,
volumen; financiación exterior, precio; financiación bancaria.
El cambio de signo de la balanza de pagos desde un déficit del 10%
del PIB hasta el actual superávit, no es un tema menor. La balanza de
pagos resume la relación financiera de un país con el exterior: cuando hay
déficit, quiere decir que se pide recursos financieros al exterior porque las
necesidades internas de dinero, para invertir o consumir, superan al ahorro
nacional más el crédito interno. Ahora hemos pasado a ser financiadores
netos del exterior, lo que permite devolver la elevada deuda externa
acumulada en los años de la burbuja. ¿Significa este hecho un éxito de la
política económica? Parece más un efecto secundario de la recesión que
hemos vivido, con un desplome tanto de la inversión, como del consumo. Es
decir, la enorme reducción en las necesidades de financiación exterior se
debe, no a que hemos cambiado patrones de funcionamiento que nos
permiten financiarnos con nuestros propios medios, sino a que no hay nada
que financiar, o nadie que haya querido financiarnos desde fuera. Este
punto es importante, porque parece un efecto ligado a la crisis que puede
revertirse en cuanto se consolide la recuperación. Sin cambios en la tasa
nacional de ahorro, o tendremos un crecimiento económico lánguido, o
volveremos al déficit exterior.
Otra forma de ver esto es siguiendo la evolución del coste de esa
financiación externa, la conocida como prima de riesgo que señala lo que
tenemos que pagar de más, respecto a los alemanes, para que los
inversores externos financien a nuestro Estado y a nuestras empresas. La
espectacular bajada desde una prima de riesgo de 600 puntos básicos hace
2
unos meses, hasta los 200 actuales, es señalado como la prueba del nueve
del éxito de las políticas económicas nacionales. Sin embargo, las cosas son
un poco más complejas. En primer lugar, porque la explicación de dicha
caída debe de ser simétrica a la no menos espectacular subida hasta 600
puntos que se produjo en los primeros meses del Gobierno de Rajoy, desde
los 200 puntos en que la dejó el anterior Gobierno. ¿Por qué subió tanto con
Rajoy? Esa es la pregunta cuya respuesta nos proporcionará, también, la
razón de la caída actual. Y, en ambos casos, encontramos más correlación
con las políticas monetarias del BCE, la evolución de los rescates en los
países periféricos de la UE y el compromiso explícito de Alemania con el
propio proyecto del euro, que con actuaciones nacionales. Hace un año,
muchos inversores adelantaban una ruptura de la zona euro que afectaría
de forma negativa a varios países, entre ellos, España. Hoy, ese riesgo se
ha desvanecido y ello explica la evolución de las primas de riesgo, no solo
española, sino de países como Portugal, Grecia o Irlanda que pueden ahora
financiarse en los mercados, por primera vez en mucho tiempo. En segundo
lugar, la prima de riesgo ha estado muy relacionada con las decisiones
adoptadas por el Banco Central, mucho más allá de las declaraciones de su
Presidente Draghi. Así, por ejemplo, los “manguerazos” de liquidez llevados
a cabo ha permitido a la banca española comprar deuda pública española de
manera muy rentable con el dinero prestado por el BCE y eso, ha rebajado
la prima de riesgo.
No digo que la realidad nacional y las medidas adoptadas no hayan influido
nada la actitud de los inversores internacionales y la prima de riesgo
exigida. Pero si esto fuera lo determinante, hablando de datos, las Cuentas
Financieras recogen un crecimiento importante de la deuda total española,
hasta el 330% del PIB a finales de 2013, con un fuerte incremento de la
pública que sobrepasa a la modesta rebaja en la privada.
Pasando a la financiación interna, la bancaria, ¿se acuerdan de cuando
Rajoy, ya Presidente, afirmó que no se emplearía dinero de los
contribuyentes para reflotar a la banca y Guindos, ya ministro, dijo no ser
partidario de un rescate bancario por parte de la troika? Pues eso. Según el
Tribunal de Cuentas, el rescate bancario nos ha costado más de 100.000
millones de euros, la mitad de los cuales, a devolver a la troika, Además, el
rescate bancario nos ha costado varios años de sequía crediticia para
empresas y familias, lo que explica una parte del elevado paro que
padecemos. En España hemos abordado tarde y mal el imprescindible
proceso de reestructuración bancaria, es decir, el problema sufrido por
nuestro sistema financiero al haberse pinchado la burbuja especulativa de
crédito que había alimentado. Otros países, con un problema menor, han
actuado rápida y contundentemente, nacionalizando, inyectando capital,
creando “bancos malos” para activos tóxicos, procesando a los responsables
y recuperando el crédito a particulares. Nosotros hemos sido más lentos
(creo que por razones institucionales, es decir, por la compleja mezcla entre
cajas y bancos, por el peso de la política sobre ambos y por el elevado
3
poder de la banca en España) y ello nos ha costado mayor sufrimiento
relativo en términos de coste presupuestario y de crisis económica en la
economía real. Ahora, casi seis años después del inicio con la creación del
FROB, parece que se empieza a superar esa sequía de crédito a empresas y
familias, en medio de renovadas incertidumbres sobre necesidades
adicionales de capital vinculadas a las próximas pruebas de resistencia a la
banca.
Las condiciones de financiación de nuestra economía han cambiado en los
últimos años según lo ha hecho la misma crisis, las expectativas sobre el
euro y las medidas adoptadas por los Gobiernos. Pero no es oro todo lo que
reluce.

Dejar un Comentario

Los comentarios en esta página están moderados, no aparecerán inmediatamente en la página al ser enviados. Evita, por favor, las descalificaciones personales, los comentarios maleducados, los ataques directos o ridiculizaciones personales, o los calificativos insultantes de cualquier tipo, sean dirigidos al autor de la página o a cualquier otro comentarista. Estás en tu perfecto derecho de comentar anónimamente, pero por favor, no utilices el anonimato para decirles a las personas cosas que no les dirías en caso de tenerlas delante. Intenta mantener un ambiente agradable en el que las personas puedan comentar sin temor a sentirse insultados o descalificados. No comentes de manera repetitiva sobre un mismo tema, y mucho menos con varias identidades (astroturfing) o suplantando a otros comentaristas. Los comentarios que incumplan esas normas básicas serán eliminados.

XHTML: Puedes usar las siguientes etiquetas: A ABBR ACRONYM B BLOCKQUOTE CITE CODE DEL EM I Q STRIKE STRONG IMG

Logotipo de Blogestudio