No están hechos todos los deberes. (Publicado en Mercados de El Mundo)

Escrito a las 9:56 am

Uno de los momentos mas destacados de la reciente reunión del G-20 fue el tirón de orejas que los líderes mundiales dedicaron al Presidente Rajoy. Y no porque fuera su cumpleaños, sino porque con su manifiestamente mejorable gestión del rescate bancario ha situado a un gran país, como España, al borde de un precipicio al que no hubiera caído sola. Sin duda, el compromiso unánime de apoyarnos, ha estado detrás de la mejoría experimentada estos últimos días por la prima de riesgo y la bolsa. Pero no está exento de contrapartidas, en forma de deberes, que se reflejarán en el Memorándum del rescate cuando se materialice y que, seguro, no serán muy distintos de los que expresó, hace escasos días, el FMI.

                La idea que reitera el Gobierno de que “ya hemos hecho los deberes”, no tranquiliza a los mercados, ni convence a los organismos internacionales, ni a los Gobiernos del euro, ni resulta coherente con las reiteradas bajadas de rating a que nos someten las agencias. Como tampoco, vistos los resultados conocidos del año, se corresponde a la realidad de un país que, de no hacer nada más, incumplirá su objetivo de déficit público para este año, verá como crece diez puntos su deuda pública sin que apenas se rebaje la privada, seguirá atascado en medio de una pertinaz sequía de crédito, contemplará con envidia tasas positivas de crecimiento en otros países y convivirá una década más con un volumen inaceptable de paro. Aunque ganemos la Eurocopa, no hay ciudadanía cuyo estoicismo soporte ese panorama.

                Después de cuatro años, nuestro país ha efectuado una adaptación pasiva a la crisis. Es decir, hemos visto subir el paro, bajar los salarios (la reforma laboral favorece ambos aspectos), incrementarse el déficit como consecuencia del funcionamiento de los estabilizadores automáticos y se ha recortado el gasto público, a veces, convirtiendo déficit comercial en deuda financiera, como en el plan de pagos a proveedores.

                Pero hemos avanzado poco, demasiado poco, en una adaptación activa a las nuevas condiciones marcadas por la recesión, para iniciar una estrategia de salida  de la misma. De hecho, los dos únicos elementos positivos del último año, la mejora en la productividad y la reducción en el desequilibrio exterior, tienen más que ver con el incremento del paro y la caída de la demanda interna, que con una apuesta firme por la innovación o por un fuerte avance de competitividad en nuestros factores productivos.

                Tenemos  un amplio espectro de deberes pendientes, que requieren del Gobierno rigor y modestia, para conectar con la gravedad del momento. Tareas que debemos realizar de acuerdo con las prioridades establecidas por el Presidente Obama, que son las opuestas a las de Merkel-Rajoy: crecimiento económico a corto plazo y austeridad a medio plazo, porque ya parece obvio que sin el primero, solo a base de apretarse el cinturón como pretenden algunos con más fundamento de moral conservadora (quien la hace, la paga) que económico, no será posible devolver las ingentes cantidades de deuda acumulada por nuestras familias, empresas y administraciones.

                Recuperar acceso a la liquidez en los mercados de crédito, rompiendo nuestra dependencia del Banco Central como casi única fuente de financiación, es básico. Y para ello, necesitamos hacer dos cosas: asegurar el cumplimiento del déficit público este año y reforzar la solvencia de nuestras entidades financieras. A partir de los datos ya conocidos de los primeros meses del año, el objetivo de déficit será imposible de cumplir sin añadir nuevas medidas en ingresos (subida del IVA que, a estas alturas, ya todo el mundo asume, menos quienes recogieron firmas en la calle contra la subida realizada por el anterior Gobierno) y gastos (un acuerdo de no disponibilidad, como mínimo).

                Analizadas, varias veces, las cuentas de nuestras entidades financieras, parece evidente que falla más la estrategia seguida en la restructuración que el monto requerido de dinero, sobre todo, si hay apoyo comunitario (llamado rescate en todas partes, menos en Moncloa). Hace falta diseñar un banco malo que canalice las ayudas públicas para apuntalar los activos tóxicos inmobiliarios debidamente provisionados, sacarlos de las cuentas de las entidades y devolverles a estas, de golpe, su solvencia y acceso a los mercados de crédito. También siguen intocados los deberes relacionados con mejora activa de productividad y de competitividad (rebaja de cotizaciones), que ayuden a impulsar los vectores productivos que propician el crecimiento.

                Los dos últimos “deberes pendientes” que quiero mencionar, tienen que ver con las costuras institucionales del país, que la crisis ha descosido. En concreto, las relaciones entre partidos políticos que deben girarse desde el actual enfrentamiento sistemático, hacia la negociación de pactos y acuerdos que pongan los intereses generales por delante de los partidistas y, en segundo lugar, las relaciones entre las diferentes partes del Estado, de manera destacada, entre Gobierno central y Comunidades Autónomas, para pasar de la desconfianza y la confrontación, hacia un federalismo cooperativo donde las decisiones comunes se comparten sin imposiciones unilaterales. Un federalismo en que cada uno respeta las competencias del otro, incluidas las del Gobierno central, al que la Constitución le atribuye la tarea de garantizar la igualdad entre todos los españoles, a partir de la capacidad de establecer y recaudar impuestos en todo el territorio nacional, así como fijar legislación básica que ahorme las disposiciones autonómicas y decida, en exclusiva, el nivel de solidaridad interregional.            La aplicación pendiente de las reformas administrativas previstas en la Ley de Administración Electrónica y en el Estatuto del Empleado Público, deberá ayudar a crear esa e- administración única, con evaluación de políticas que asegure la eficacia en la gestión, la rendición de cuentas y la austeridad como norma.

                Estamos lejos de haber agotado el catálogo imprescindible de deberes reformistas pendientes. Y eso, sin hablar de la sostenibilidad de las políticas de ingresos (impuestos) y gastos (sanidad, educación, pensiones) del Estado autonómico del Bienestar que tenemos. Los riesgos de no hacer todos estos deberes, no se mide, solo, por la prima de deuda. España no puede quedarse parada, aunque los partidos sigan ganando elecciones.

2 comentarios

001
Colmenarejo
26.06.2012 a las 19:40 Enlace Permanente

Excelente artículo. Permítame añadir sólo una cosa: un Gobierno que se precie nunca puede decir que se han hecho todo los deberes. Si es así, ¿qué hacen en el Gobierno? Siempre, en todo, hay margen de mejora. Y la situación económica de España evidencia que ese margen existe.

Por cierto, para aquellos a quienes les interese conocer cómo la izquierda frenó a la derecha en Andalucía, ya está disponible en librerías Andalucía, la aldea gala. Claves de un resultado electoral inesperado.

002
JOSE
28.06.2012 a las 19:11 Enlace Permanente

Comparto plenamente que el gobierno no está coadyuvando a que desaparezca la incertidumbre en los mercados y la especulación, pues no habla con transparencia de cara al exterior ni al interior, más bien practi-
el ocultismo en cuanto a comunicación y eso indudablemente perjudica.
En cuanto al pago de la admón. a los proveedores, bueno tienen derecho a que le paguen lo que es suyo, pero dudo que eso cree puestos de trabajo, como dicen, además incrementa la deuda a corto plazo. Las autonomías han hecho un mal uso de la disponibilidad de sus recursos, mala administración y gasto desorbitado y no es de recibo que gasten más de lo que realmente tienen y además adeuden millones a los proveedores. Debido al despilfarro, estos estamentos autonómicos empiezan a no ser rentables en ningún aspecto y uno se pregunta si realmente es positivo este federalismo, que cuando tiene problemas tiene que acudir al papá Estado… Por otra parte, el defícit lógicamente se va incrementar y no se va cumplir lo previsto; más aún cuando es España quien tiene que responder por el préstamo destinado a rescatar a esos bancos, cuya mala gestión quedó de manifiesto, además de enriquecerse con su especulación algunos directivos que no repararon en asegurarse pensiones astronómicas… En este país todo vale y no se exigen responsabilidades. Este rescate, como es de esperar, traerá más recortes, subida de impuestos indirectos, donde pagan tanto los ricos como los pobres y otros perjuicios más que aún están por salir a la luz.
No entiendo que se tengan que reducir las cotizaciones a las empresas, aunque si percibo que puede influir en una mayor competencia y producción al bajar los costes, pero si los beneficios siguen siendo desmesurados y sin control fiscal idóneo, no lo veo del todo positivo. Ya se ha reducido salarios, abaratado despido y otros derechos de la mano de obra y todo sigue igual, el empleo no mejora… ¿Esos ingresos que dejerá de percibir la admón. por la bajada de cotizaciones empresariales,
de dónde lo sacarán..? Acaso, una vez más de los contribuyentes……
Los sueldos en este país en su gran mayoría no superan los 1.000 € y que sucede con nuestro poder adquisitivo, pues el que tiene emolumentos
de 2.000 ó 3.000 € al mes, se les hará más llevadero, pero aquellos cuyos
ingresos son de 800 ó 1000 € se tienen que conformar aunque su calidad de vida descienda hasta los límites de vivir para trabajar, pues todas estas
medidas y recortes afectan por igual a los que ganan mucho o menos..

Dejar un Comentario

Los comentarios en esta página están moderados, no aparecerán inmediatamente en la página al ser enviados. Evita, por favor, las descalificaciones personales, los comentarios maleducados, los ataques directos o ridiculizaciones personales, o los calificativos insultantes de cualquier tipo, sean dirigidos al autor de la página o a cualquier otro comentarista. Estás en tu perfecto derecho de comentar anónimamente, pero por favor, no utilices el anonimato para decirles a las personas cosas que no les dirías en caso de tenerlas delante. Intenta mantener un ambiente agradable en el que las personas puedan comentar sin temor a sentirse insultados o descalificados. No comentes de manera repetitiva sobre un mismo tema, y mucho menos con varias identidades (astroturfing) o suplantando a otros comentaristas. Los comentarios que incumplan esas normas básicas serán eliminados.

XHTML: Puedes usar las siguientes etiquetas: A ABBR ACRONYM B BLOCKQUOTE CITE CODE DEL EM I Q STRIKE STRONG IMG

Logotipo de Blogestudio