Otra devaluación es posible. (Publicado en Mercados de El Mundo)

Escrito a las 12:35 pm

Lo venimos diciendo aquí desde hace meses y lo recordó el Gobernador del Banco de España esta semana: ausente la posibilidad de devaluación cambiaria, la devaluación interna, esto es, el ajuste de precios y remuneraciones, es la única alternativa disponible a corto plazo para recuperar la competitividad perdida por la crisis. A medio plazo, debe unirse la mejora de la productividad mediante una mejor gestión del trabajo, de la capacidad empresarial y de la inversión en I+D+i.

Aunque la reciente reforma laboral se orienta a facilitar ambos objetivos, en línea también con los acuerdos de congelación salarial firmados por los interlocutores sociales, centrar el ajuste interno del sector privado sobre la reducción del coste del factor trabajo mediante un despido más fácil y barato, unido a recortes salariales, resulta una estrategia equivocada a medio plazo por dos razones: porque agudiza las desigualdades sociales, como ya está poniendo de relieve un informe hecho público estos días por Cáritas según el cuál, la distancia entre el 20% más rico de España y el 20% más pobre se ha incrementado apreciablemente entre 2007 y 2010, sin signos de que vaya aminorando. Segundo, porque al reducir la capacidad de consumo de los trabajadores, agudiza la estrategia depresiva en que ha entrado nuestra economía, con la recesión inducida en que ya estamos según la Comisión Europea y con perspectivas de un importante decrecimiento económico para este año.

Desde mayo de 2010, ha podido modificarse la intensidad o el ritmo de la política económica aplicada por los gobiernos de España (el famoso “tres en uno” del ministro de Guindos), pero, a pesar del cambio de partido político, no ha variado en lo sustancial, la orientación, ni el sentido de la misma, en mi opinión, equivocada o, al menos, incompleta. Personalmente me sitúo más próximo a lo que intenta hacer el Presidente Obama, con la fuerte oposición de un partido republicano, cada vez más radicalizado y “fuera de este mundo”.

Sin embargo, creo que hay motivos para un cierto optimismo derivado de la inflexión que se empiezan a percibir tanto en la Unión Europea, como en la misma España, en un deslizamiento silencioso desde viejos principios centrados en la austeridad máxima como virtud absoluta, hasta la aceptación de los peligros relativos de la conocida como paradoja de la austeridad, que se podría resumir diciendo que cuando ya te has acostumbrado a no comer, va y te mueres.

En la Unión Europea los movimientos son bastante perceptibles y empieza a abrirse paso entre los Gobiernos, incluido el alemán, una nueva manera de defender la solvencia del euro. Empezando por el renovado acuerdo de refinanciación de Grecia que incluye una importante quita por parte de los bancos privados mediante la que se lanza dos mensajes esenciales: quienes prestaron, también tienen responsabilidad en esta crisis y dos, en determinadas condiciones, resulta imposible superar un fuerte sobreendeudamiento sin que los acreedores asuman parte del coste. En segundo lugar, la actitud del Banco Central, anticipo de lo que será el nuevo Fondo permanente de rescate, apoyando las deudas soberanas frente a los ataques especulativos de los mercados. Con ello, en tercer lugar, se consigue una rebaja en el coste de financiación de los países que puede proporcionar un pequeño, pero interesante, margen presupuestario para reforzar nacionalmente las estrategias de crecimiento que ya se vienen reclamando, incluso mediante carta pública suscrita por Rajoy, desde muchos gobiernos con apoyo de la propia Comisión.

                Sería una lástima que este cambio perceptible de circunstancias en la Unión Europea, no fuera aprovechado por el Gobierno de Rajoy para impulsar sus propias novedades en la política económica. La primera ya se está dando al reconocer una vinculación que, hasta ahora, se negaba entre crecimiento y déficit público para, desde ella, reclamar un relajamiento de los plazos de reducción del déficit establecidos en los Planes de Convergencia. Debemos conseguir aplazar dos años el objetivo, con compromisos intermedios del 6% para este año y un punto porcentual menos por año, hasta alcanzar el 3% en 2015, siempre que se consigan cifras positivas de crecimiento económico. De igual manera, el remedo de Plan E que ha aprobado el Gobierno para honorar las deudas con proveedores de las administraciones autonómicas y locales, introduce dos cambios sustanciales: el propio aval del Gobierno a las mismas y la imposición de quitas a los acreedores privados, aunque estos no tengan responsabilidad en la generación de esta deuda, prueba que el discurso de la austeridad, “cueste lo que cueste”, empieza a resquebrajarse, también para el gobierno conservador español.

                Entre tanto cambio filosófico, en principio imperceptible salvo la subida de impuestos, pero de gran calado a medio plazo, es urgente introducir la búsqueda de caminos distintos a la imprescindible devaluación interna. Si necesitamos rebajar costes laborales no lo hagamos, sólo, mediante más paro y menos salarios. Introduzcamos, al menos, otra variable alternativa importante como son las cotizaciones sociales, cuya rebaja sustancial permitiría un ajuste de costes, socialmente menos injusto y económicamente menos costoso que el actual, sobre todo, si se sustituyen parte de los ingresos financiadores de las pensiones, con otros impuestos que trasladen carga tributaria desde el trabajo, hacia la riqueza. Su implementación puede hacerse de forma gradual, condicionando, si se quiere, una parte al mantenimiento de la plantilla, otra a la creación neta de empleo y aún otra, a que el pacto de rentas incluya, también, los beneficios empresariales. Pero la inyección de competitividad que tal medida introduciría en nuestras empresas sería inmediata, reforzando el mensaje de que la solvencia se consigue no tanto apretándose más el cinturón hasta la asfixia, sino reforzando las estrategias de crecimiento de los ingresos mediante la generación de actividad y empleo.

                Esperemos que la lentitud que hemos encontrado en otros momentos de la gestión de esta crisis tan larga como proteica, nos haya abandonado definitivamente y estemos dispuestos a afrontar lo que queda de recesión con medidas articuladas, novedosas y pactadas con una oposición que quiere ser útil, poniendo en el centro de los objetivos, el empleo. De verdad.

2 comentarios

001
Fernando
28.02.2012 a las 12:47 Enlace Permanente

He conocido tu blog gracias a unos amigos que me hablaron de él. Estoy encantado de leer tus artículos que ofrecen algo de sensatez en un momento tan difícil para tantas familias españolas. La paradoja del efecto que producen los recortes, hasta un necio la vería comprobando lo que está ocurriendo en los países como Portugal, Grecia o Irlanda que han sido rescatados y a los que se les han aplicado fuertes medidas de recorte del gasto público. Me alegraría que, como adviertes, algo esté cambiando en Europa, pero desgraciadamente tengo la sensación de que nos han tocado estos años de especial dificultad los dirigentes más incompetentes de la historia reciente de Europa. Seguiré atento a tu blog.

002
gironmorejón
15.05.2012 a las 11:43 Enlace Permanente

Y además de rebajar las cotizaciones sociales sustituyéndolas por otro tipo de impuestos. ¿que hacemos?

Dejar un Comentario

Los comentarios en esta página están moderados, no aparecerán inmediatamente en la página al ser enviados. Evita, por favor, las descalificaciones personales, los comentarios maleducados, los ataques directos o ridiculizaciones personales, o los calificativos insultantes de cualquier tipo, sean dirigidos al autor de la página o a cualquier otro comentarista. Estás en tu perfecto derecho de comentar anónimamente, pero por favor, no utilices el anonimato para decirles a las personas cosas que no les dirías en caso de tenerlas delante. Intenta mantener un ambiente agradable en el que las personas puedan comentar sin temor a sentirse insultados o descalificados. No comentes de manera repetitiva sobre un mismo tema, y mucho menos con varias identidades (astroturfing) o suplantando a otros comentaristas. Los comentarios que incumplan esas normas básicas serán eliminados.

XHTML: Puedes usar las siguientes etiquetas: A ABBR ACRONYM B BLOCKQUOTE CITE CODE DEL EM I Q STRIKE STRONG IMG

Logotipo de Blogestudio