¿Para qué sirven los políticos?

Escrito a las 7:50 pm

De vez en cuando conviene hacerse alguna pregunta básica como ésta. Otro día podemos analizar la utilidad de los banqueros, los fontaneros o los jueces, pero hoy quiero hablar de política, en democracia y de los políticos, tan denostados en estos tiempo y tan necesarios para resolver los conflictos de intereses y aunar las diferentes puntos de vista y opiniones existentes en una sociedad democratica. Si os fijais, incluso movimientos de repulsa como el  15m cuestionan la manera de hacer, pero no tanto la necesidad.

La clave de todo radica en entender que si los políticos y la política no son capaces de resolver problemas reales de los ciudadanos, entonces la legitimidad de todo el edificio se pone en cuestión, como ha ocurrido estas semanas. Hoy en día, más allá de funciones de representación, la gente pedimos a la clase política eficiencia. Que resuelva problemas en lugar de embalsarlos o darles la patada hacia adelante como estan haciendo, por ejemplo, con asuntos como la renovación del Tribunal Constitucional, la modernización de la justicia o las medidas de lucha contra la crisis económica.

En sociedades plurales, con intereses legítimos distintos y, a menudo, enfrentados, con diversas visiones de los problemas y con opiniones diferentes sobre cuales son las prioridades colectivas y cómo abordarlas, la democracia es un buen procedimiento para, a través de los políticos elegidos, alcanzar acuerdos y resolver problemas. Pero el fin es resolver problemas, aunque no sea a gusto de todos, pero si, al menos, de una mayoría.

Es cierto que las sociedades modernas se han complejizado mucho tanto desde la parte de los problemas a resolver como desde los instrumentos mediante los cuales debemos aproximarnos a una solución. Además, la sociedad globalizada aleja del ámbito de los Estados-nación la solución a muchos problemas que tienen origen internacional o fuera de nuestras fronteras y cuyos efectos nos golpean directamente pero sobre los que no hemos encontrado la forma de incidir. De hecho, detrás de una de las principales razones de inoperancia de la clase política europea está la inadecuación entre magnitud y dimensión de los problemas a abordar (mundiales) y estructuras organizativas desde las que hacerle frente (nacionales o comunitarias).

Todo ello hace que, incluso con independencia de prácticas equivocadas, erróneas, incompetentes o delictivas, la capacidad de la política actual y de la clase política para resolver muchos de los problemas que afectan de manera cotidiana a los ciudadanos, haya disminuido de manera importante. Ello contribuye a minar parte de la credibilidad de la clase política que reacciona «como si no pasara nada» es decir, siguen prometiendo el oro y el moro en sus programas y discursos como si realmente estuviera en sus manos cuando no es así.

De aqui no quisiera deducir que nada se puede hacer. Todo lo contrario, hay mucho que hacer. Pero en el ámbito de las consecuencias paliativas de los problemas y, sobre todo, anticipandose a los mismos desde una estrategia pais doferente de la que se corresponde con las viejas concepciones partidistas mas cercanas a l siglo XIX que a nuestro siglo XXI. Esa distancia entre sociedad, ciudadanía, posibilidades, exigencias, problemas y respuesta anticuada y encorsetada de los partidos políticos, genera el impasse en que estamos, con multitud de problemas y también de oportunidades, que solo se pueden abordar desde lo colectivo es decir, desde los políticos y la política, pero estos están «noqueados» reviviendo un pasado perpetuo como en el día de la marmota en el que solo ellos se encuentran.

Lucha contra la corrupción si, transparencia, mayor representatividad en las leyes electorales, mejor funcionamiento del Parlamento, reforma del Senado etc etc. Pero el problema de fondo, lo subyacente, sigue siendo que sin cambiar la manera de hacer política será dificíl que podamos recuperar a los políticos como parte de las soluciones de neustros problemas. Y, si no son parte de la solución, serán parte del problema.

La diferencia entre la sociedad de hoy y la del siglo XIX es muchisimo mayor que la existente entre esta manera de hacer política y la vigente durante la Restauración. Con ello, esta sociedad se encuentra mucho menos representada por una estructura política con serias deificultades para encontrar soluciones a los problemas de hoy, de los ciudadanos de hoy, con los marcos referenciales de hoy. Ahí está el quid de la cuestión. Lo demás, importante, pero periférico. Creo.

9 comentarios

001
Tamara
03.07.2011 a las 21:15 Enlace Permanente

A veces pienso ¿no será verdad eso de que nuestros políticos son el reflejo de nuestra sociedad?¿no cree que el culto a valores como el esfuerzo, la honradez, el respeto,… ha quedado reducido casi a conceptos teóricos? y por otra parte, tampoco tengo claro si la sociedad ha contagiado a los políticos o los políticos a la sociedad ¿existen modelos a los que imitar que no se llamen Aído, Blanco, Camps, Pajín, Totxo, Zapatero, Zaplana … y no nombro a la farándula que amasan fortunas conseguidas vendiendo basura a precio de oro?

002
MARISA
03.07.2011 a las 21:47 Enlace Permanente

El problema para los políticos es que la sociedad hasta hace nada poco participativa busca ahora su espacio y necesita expresarse activamente opinando sobre lo que les afecta. Las redes sociales han sido la herramienta perfecta para comunicarse en tiempo real, tanto para convocar actos puntuales como para expresar sus inquietudes, opinión, creatividad… Por ello están presentes los medios (que han perdido cantidad de lectores), políticos, empresarios, economistas, filósofos, gente común y corriente…todos buscan también su espacio en la red de redes.
Todo cambia y la forma de hacer política, de llegar a los electores también lo hará. El problema de las descargas ilegales, derechos de autor y demás tendrá regularse adaptándose a la realidad, asegurando que los autores perciban lo que les corresponde, eliminando intermediarios, que son quienes encarecen el producto.
No quiero alargarme más de la cuenta. Saludos y felicitarle por abrir una ventana a la discusión sobre algo tan relativo al ciudadano como es la política.

003
Richard
03.07.2011 a las 21:48 Enlace Permanente

Yo creo que Las ideologías políticas deberían ser como la fe en Dios, algo que se quedara en casa, algo que condicionara nuestra forma de ver la vida, pero no debería formar parte de la democracia. Una democracia gobernada por una ideología es una democracia excluyente, pues gobierna solo en una dirección ¿Y si se terminara con eso? ¿Y si en vez de partidos políticos hubieran asociaciones que representaran a cada sector de la población? Una especie de gobierno compuesto por gremios, por decirlo de alguna manera. Que los defensores del medio ambiente, los universitarios, la sanidad, la educación etc, tuvieran representación en dicho gobierno. Que a la hora de votar se eligiera al portavoz de cada asociación y que su única tarea fuese la de promulgar leyes que solo se podrían ejecutar previa aprobación del pueblo mediante referéndum.
Un gobierno de portavoces, representativo de todos, subvencionados única y exclusivamente por el pueblo, de modo que dicho pueblo sea considerado el jefe y soberano de la nación y el gobierno mero instrumento. Si bien se encargarán de gestionar la economía de la nación, los asuntos internos y externos de toda política necesaria para una nación, serán controlados por organismos externos, creados también por el pueblo que se asegurarán que ninguna decisión tomada será en interés propio de alguno de los miembros del gobierno. Ninguna decisión deberá beneficiar a terceros. Solo al pueblo. Y para mayor transparencia dichos cargos en el gobierno deberían ser renovados cada dos años.

004
Miguel A.
03.07.2011 a las 23:17 Enlace Permanente

Estoy de acuerdo con el hecho de que una nación puede verse afectada en gran medida por decisiones exteriores implicadas directamente sobre el proceso de globalización en el que la amplia mayoría de países estamos envueltos. Pero, a la vez, pienso que una crisis como la que tenemos sí debería estremecer nuestras economías pero no noquerlas, como ha pasado en unos pocos países de la UE incluyendo a España. Y eso, señores, es competencia directa del gobierno central de la nación. Creo.

005
Felipe Gómez-Pallete
06.07.2011 a las 10:31 Enlace Permanente

Hacer y hacerse preguntas básicas es una magnífica opción para ayudar a cambiar el curso de los hechos, los discursos y las ideas. La pregunta básica elegida por Jordi Sevilla en esta ocasión es oportuna y potente.

Dos comentarios:

PRIMERO: Sobre “las sociedades modernas se han complejizado”. He aquí un importante déficit de los dirigentes políticos: su falta de preparación para comprender y gestionar la complejidad. Dirigir sistemas complejos requiere dos habilidades: (a) saber identificar las partes y las relaciones entres éstas y el todo y (b) conocer las pautas de los cambios que se operan en los sistemas abiertos alejados del equilibrio. Dos asuntos en los que la Ciencia tiene mucho que aportar al amueblamiento mental de los políticos. Si por lo general confiamos en los científicios y desconfiamos de los políticos… he aquí una sugerencia: Que los cursos de verano de las organizaciones políticas dediquen un par de créditos a Bertalanffy (Teoría General de Sistemas) y a Prigogine (Papel del tiempo en los sistemas alejados del equilibrio).

SEGUNDO: Ruego a Jordi Sevilla escriba su parecer sobre esta otra pregunta básica didirgida a los ciudadanos al momento de votar: “¿Para qué vota usted?”. Por si le sirve de inspiración, esta es mi respuesta: hay dos tipos de ciudadanos: Los que votan para que todo siga como está y se mantenga el status quo, y los que votan para que su voto sirva para algo. Los que no estamos interesados en que esto continue ni somos ingenuos, no votamos, o lo hacemos en blanco o mediante voto nulo.

006
Juan
15.07.2011 a las 17:25 Enlace Permanente

la corrupción si, transparencia, mayor representatividad en las leyes electorales, mejor funcionamiento del Parlamento, reforma del Senado, desidualdad, inequidad, jerarquia, manipulación etc etc.Estos problemas será globales ahora (nacionales por supuesto también), pero son y sobre todo han sido siempre nacionales contra los que siempre se ha luchado. Muy facil y populista venir ahora diciendo que «es que son problemas globalizados». No se hizo casi nada, salvo, migajas, durante siglos por que no se quiso, no interesaba a ciertas clases y nunca hubo voluntad- Y con esa mentalidad politico-economica viven, estudian y funcionan los politicos hoy dia, como antaño- La diferencia es que por tecnologia el mundo es pequeño y bien comunicado y ahora se los percibe como «globales» (lo son), y antes solo como nacionales. La tecnologia habrá globalizasdfo el mundo económico, pol+itico, comercial etc, pero no ha globalizado los derechos humanos, la igualdad, educación, protección ambienta, la transparencial etc. Y eso no es culpa de la globalización en s, sino de Uds los políticos. No me venga ahora achacando la ´culpa a la globalización. La culpa es de quienes están y hacen la globalización, Uds los políticos, sus mentalidades, actitudes y corrupciones.

007
Marco Toporta
22.07.2011 a las 22:32 Enlace Permanente

La obsolescencia de los reyes, políticos y primer ministro, es ya muy evidente.
Nos siguen asustando de que son necesarios; nada mas falso.
Si por arte de magia desaparecieran, todo seguiría funcionando mejor.
No es cierto que nos va a invadir otro país, de quererlo aun con políticos sucedería.
Tampoco es cierto que caeríamos en la anarquía y todo seria un desorden.
Mucho menos decir que los servicios dejarían de funcionar.
Que los pobres serian mas pobres y los ricos o los caciques no dejarían a los demás hacer nada.
Créalo, de hecho todo lo malo que sucede en el mundo entero es por culpa de los políticos y sus decisiones.

008
j1mmy
24.08.2011 a las 14:30 Enlace Permanente

los políticos son parte del problema sin ningún género de dudas. Ellos se dejan dirigir por quienes están detrás. Dicen que hay crisis pero eso es falso. Lo que hay es un saqueo y estafa a nivel mundial. Mientras ellos sigan con sus sueldos privilegiados y sus vidas a cuerpo de rey, que nadie me venga diciendo que hay crisis porque no soy gilipollas.

009
Javier
10.04.2013 a las 17:58 Enlace Permanente

Encuentro esta entrada y la leo con interés… Un político no sirve para nada porque no es un oficio… debe ser una persona cualificada al servicio del pueblo, lejos del servicio a los partidos y sus doctrinas…

También parece claro que los políticos sirven para crear palabras como «complejizar» que buscan normalmente adornar y dar prestigio a ideas y argumentos bastante vacíos…

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